Qué es un gatillazo y cómo evitar que ocurra
Son una de las peores pesadillas que cualquiera hombre puede imaginar. Estar en el momento perfecto, con la mujer que nos gusta, y no poder disfrutar de esa relación sexual que ambos estamos deseando por culpa de un gatillazo, sin poder hacer nada para conseguir una buena erección… Es algo mucho más común de lo que parece, y aunque es cierto que puede llegar a afectar muchísimo a los hombres, sobre todo mentalmente, las causas de este tipo de problemas suelen ser puntuales y ni mucho menos crónicas, así que el sufrirlo una vez no significa que ya no volvamos a tener la opción de disfrutar más del sexo.
Los gatillazos se pueden definir como la imposibilidad de conseguir una buena erección para poder llevar a cabo el coito con nuestra pareja sexual. Por algún motivo, nuestro pene no se pone duro, ya sea por falta de sangre ahí abajo, por alguna barrera mental que tengamos o simplemente, por la situación en sí. Suele ocurrir mucho más entre hombres que han bebido bastante en las horas previas, o también entre aquellos que están medicándose, algo que afecta bastante al rendimiento sexual, empezando por las propias erecciones. ¿Hay manera de evitarlo?
Un problema que afecta a miles de hombres
Como decíamos, los gatillazos no son algo que ocurra de manera constante, o al menos no debería ser así, puesto que en ese caso son la primera pista para un problema mucho mayor. Pueden ocurrirle a cualquier hombre, en cualquier momento, y es algo mucho más común de lo que parece sobre todo en ese sentido puntual. El problema es que una vez que nos pasa, nuestra mente parece bloquearse en las consecuentes relaciones y eso puede llevarnos a un verdadero problema, el de pensar que siempre vamos a estar en peligro de sufrir un gatillazo. Aunque hay una parte física importante en la erección, es nuestra mente la que la controla, y si le ponemos trampas bien podríamos autoboicotearnos nosotros mismos.
Las causas más comunes
El miedo suele ser una de las causas más comunes en este tipo de gatillazos. Miedo a no ser capaz de satisfacer a la chica, a no ser tan viriles como ella se espera, a poder aguantar mucho durante el coito… Es una presión importante la que los hombres deben asumir en estas relaciones, y eso nos lleva a darle vueltas a todo lo que puede pasar, con el peligro de caer precisamente en boicotear el momento perfecto y no conseguir una buena erección. Como decíamos arriba, el tabaco, el alcohol, las drogas o los medicamentos también pueden ser una causa común de estos gatillazos, así como problemas de disfunción eréctil, algo más crónico y grave.
Consejos para evitar estos gatillazos
Todo los hombres hemos tenido alguna vez un problema de este tipo, y lo que hay que pensar es que simplemente son problemas puntuales, que se pueden solventar con una buena mentalidad, sin ponernos más presión de la debida. Estar tranquilos y relajados a la hora de la verdad es importantísimo para que todo fluya ahí abajo, literalmente. También evitar el exceso de alcohol y de ciertos medicamentos que pueden influir en nuestra erección. Tener el cuerpo limpio y la mente clara suelen ser dos buenas formas de atajar el problema, si es que pensamos que puede ir a más. Y en ese caso, si la cosa sigue sin funcionar, lo mejor es acudir al médico.
Tratamientos para la disfunción eréctil
Aunque todos los hombres puedan llegar a pensar que el problema es mucho más grave de lo que parece cuando tienen su primer gatillazo, las cosas deben ponerse en contexto. Como decimos, son accidentes que ocurren solo de vez en cuando, y debemos estudiar las posibles causas para entender si ha sido algo lógico o por el contrario, es la primera señal de una enfermedad más grave. El trastorno de disfunción eréctil provoca precisamente fallos a la hora de conseguir una buena erección y puede ser el causante de estos gatillazos. Podemos tratar de combatirla por nuestra cuenta con cremas, con una buena alimentación y sobre todo con meditación, porque normalmente es un problema de estrés lo que la provoca.
Cuando consultarlo con tu médico
Llegado el momento, si el problema de los gatillazos se vuelve más común de lo que desearíamos, si finalmente se repiten en un periodo de tiempo relativamente corto, lo mejor es acudir al médico para encontrar una solución a un problema que puede afectarnos no ya física sino mentalmente, y que puede crear un gran complejo en la manera en la que nos acercamos a las relaciones sexuales. Existen médicos especialistas en este tipo de casos, a los que uno debe acudir sin ningún tipo de vergüenza o reparo, porque al fin y al cabo están acostumbrados a este tipo de situaciones y saben cómo ayudarnos a recuperar toda nuestra vitalidad sexual.