Club swinger: consejos para tu primera vez

Club swinger: consejos para tu primera vez

Desde que nacemos, o al menos desde que tenemos uso de razón, somos educados en la idea del amor romántico y monógamo. Encontrar al amor de nuestra vida es como un objetivo, un sueño que perseguimos durante mucho tiempo, hasta que lo cumplimos… o nos desencantamos por completo. Y es que la idea de encontrar a una persona que te complete en todos los aspectos, que sea el amante ideal, comprensivo, cariñoso, perfecto… muchas veces hace que las expectativas nos fastidien por completo la auténtica experiencia del amor. Para muchos, estar solo con una persona es agobiante, y necesitan conocer a más gente, abrir su círculo, sin limitarse solo a esa relación. No es casualidad que en los últimos años, la relaciones abiertas se hayan puesto más de moda, así como los intercambios de pareja, en una forma de buscar nuevas vías para el amor y la pasión.

Y es que estamos viviendo una etapa muy positiva en el entendimiento del amor como vía de expresión de emociones y sentimientos libres. Los antiguos tabúes están disipándose, y hoy en día ya no es tan raro encontrar a parejas abiertas o incluso a personas que están en una relación poliamorosa. Gente que sale de lo que la sociedad les asegura que es lo “normal”, un lugar donde se sienten encorsetados y no encuentran la verdadera felicidad. Parejas que, con el paso del tiempo, están cayendo en una peligrosa rutina tanto emocional como sobre todo sexual, que les hace peligrar como pareja. Basta con abrir los ojos a nuevas realidad, a aquello que tenemos a nuestro alrededor, para entender que el amor cerrado que hasta ahora se estilaba ya no es la única alternativa. Disfrutar de nuestra pareja, pero también con otras personas, es cada vez más habitual, incluso en relaciones de intercambio, como las que se llevan a cabo en los clubes Swinger. Estos locales antes pasaban más desapercibidos, pero ahora se llenan de parejas que están buscando darle otro punto de pasión a su relación. Y aquí te vamos a dar algunos consejos para que tu primera vez sea inolvidable y perfecta en este tipo de locales.

Tu acompañante

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Lo natural es acudir a este tipo de clubes con tu pareja, ya seáis novios, amantes o estéis incluso casados. Muchas parejas utilizan estos clubes como una forma de salir de la rutina, conocer a gente nueva y probar cosas diferentes en el sexo. Sin embargo, también es verdad que hay personas que quieran acudir a estos lugares por el morbo que les produce estar con la pareja de otros, pero en ese momento no salen con nadie. En las apps de citas se pueden encontrar personas que servirán como acompañantes para clubes swinger, ya que en están en esa misma situación. Y si nada de esto funciona, siempre puedes contratar a una amante profesional para que te acompañe a uno de estos lugares, pagando por ese servicio, por supuesto.

No hay prisas

Este tipo de encuentros hay que tomárselos con calma. No puedes pensar en que a los cinco minutos de llegar al club ya vas a estar con la mujer de otro hombre disfrutando en un reservado. Simplemente debes darte tu tiempo para ver el ambiente que hay, para relajarte, para quitarte de encima los nervios, los tuyos y los de tu pareja. Si es la primera vez para ambos seguramente solo vayáis a echar un vistazo, a conocer a alguna pareja, a tener un primer contacto, pero nada más. Por supuesto, puede surgir la oportunidad de disfrutar con otras personas, y si estáis dispuestos y la ocasión lo merece, podéis lanzaros a por ello. Pero no hay que correr solo por probarlo, no hay que forzar nada. Ambos debéis estar a gusto, porque es un paso importante dentro de la relación, y puede que definitivo en muchos sentidos.

El primer encuentro

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No es fácil dar ese primera paso para ir a un club swinger, porque seguramente nos sintamos nerviosos por un acontecimiento tan importante. Estamos a punto de entrar en una dinámica que puede cambiar por completo nuestra pareja, incluso nuestra forma de entender el sexo. Por eso no hay que correr ni tener prisa para disfrutar de nuestro primer encuentro. Hablaremos con varias parejas, iremos probando suerte y conociéndolas un poco más a fondo antes de lanzarnos, y cuando llegue el momento estaremos preparados. Sea en nuestra primera visita, o en cualquiera de las siguientes, debemos tener siempre en mente que el respeto es lo más importante en estos casos. Vamos a disfrutar de algo excitante y delicioso con otra persona, y hemos de probar cosas nuevas, pero siempre con su consentimiento.

Usa protección

Este tipo de intercambios son cada vez más habituales, pero eso no significa que debemos normalizar ciertas prácticas que pueden llegar a ser peligrosas. Por ejemplo, si estamos acostumbrados a hacerlo sin protección con nuestra pareja, porque ya hay confianza y tomamos otras precauciones, a la hora de entregarnos al placer con otras personas en estos clubes sí que debemos usar protección. El preservativo no solo evitará sustos imprevistos, sino también nos alejará de las enfermedades de transmisión sexual, algo muy preocupante que suele ser habitual en personas que tienen relaciones con muchas parejas. La protección, por tanto, será indispensable para poder llevar a cabo estos encuentros con total seguridad. En esto todos suelen estar de acuerdo, aunque si hay confianza con la otra pareja, tal vez se pueda negociar.

Cuidado, no es una solución para tus problemas de pareja

Muchos piensan que la rutina sexual se va a terminar con una visita a uno de estos clubes, pero ni mucho menos es tan fácil como eso. Los clubes Swinger ofrecen una alternativa diferente para el sexo, el probar algo nuevo para cualquier pareja, un intercambio que puede salir muy bien… o ser un desastre. Debemos estar muy seguros de lo que estamos haciendo, por ambas partes, puesto que hay hombres y mujeres que no soportan ver a sus parejas con  otras personas, por más que incluso hayan fantaseado con ello. La situación se puede volver muy intensa, y aunque todo salga bien y nos guste, tampoco significa que vaya a solucionar todos nuestros problemas de pareja como por arte de magia. Para mantener una buena relación hay que trabajar duro, comunicarse bien, despojarse de los egos y poner el cariño y el amor por delante, y eso no se soluciona solo con una relación abierta.