Una escort como regalo para nuestra pareja, ¿una buena idea?
Hace tan solo unas décadas, las relaciones de pareja estaban tan encorsetadas que cualquier cosa que se saliese de lo tradicional ya era mal visto. El matrimonio debía tener como fin único el de traer descendencia a este mundo, y la mujer debía ocuparse de cuidar la casa y a esos hijos para que fueran hombres y mujeres de provecho. Las relaciones siempre comenzaban con el consentimiento de los padres, y por supuesto, había que casarse antes de intimar demasiado… Está claro que esto no siempre se cumplía, pero sí que era una tendencia habitual entre aquellas personas de bien que buscaban tener una buena vida y no ser señalados. Cuando una chica comenzaba a salir con un chico y se dejaba llevar al huerto, era vista como una chica fácil, y aquel estigma podía perseguirla para siempre. Era algo injusto, pero por fortuna las cosas están cambiando, y ahora hay parejas de todo tipo que saben entenderse entre ellos.
Porque al final estamos marcados por la sociedad en la que vivimos, por sus tradiciones y sus modos de etiquetarlo todo. Por más que las mentes estén empezando a abrirse, el sistema en el que nos hemos criado todavía tiene raíces muy profundas, y las relaciones más “modernas” siguen siendo vistas con recelo. Por ejemplo, el debate sobre el poliamor y si es algo real o solo la búsqueda de ruptura inconforme con las relaciones monógamas. O el hecho de que cada vez haya más relaciones abiertas, en las que ambos pueden estar con otras personas en la cama, sin que haya infidelidad de por medio. El aperturismo sexual se está viendo cada vez más claro en ese tipo de relaciones. Y no es que antes no existieran las mismas ganas de explorar nuevas opciones, nuevas formas de relacionarnos con los demás, tanto en el sexo como en el amor. Sin embargo, solo ahora estamos logrando deshacernos de los tabúes que tanto han marcado a las generaciones anteriores. Eso de aguantar en un matrimonio solo por el qué dirán. Eso de ocultar las relaciones que se tienen, porque es vulgar hablar de algo así… Eso está terminando, y las tornas cambian a toda velocidad.
Las amantes profesionales, una alternativa sexual
Las parejas están abiertas al sexo y a la exploración de nuevas vías para el placer, incluso incluyendo a otras personas dentro de sus relaciones. Hasta hace no tanto, esto podía ser considerado excéntrico, e incluso una locura por parte de aquellos defensores a ultranza de la monogamia. Sin embargo, en las últimas décadas el placer sexual se ha desligado por completo de los sentimientos amorosos, y uno puede entender que el sexo no tiene nada que ver con el romanticismo. Aunque a veces ambos vayan de la mano, una relación sexual no implica que amamos a esa persona, o que queramos tener una relación de compromiso con ella. Por eso, a la hora de escoger a una tercera persona en la relación, muchos buscan a amantes sexuales, que dan un servicio exquisito y siempre profesional.
Una solución a la rutina en la cama
Muchas parejas, por más que se amen e incluso se deseen, comienzan a sentir cierta rutina en la cama cuando llevan ya un tiempo juntos. Esto es algo natural, en realidad, y es que por más que queramos, tal vez no estamos del todo preparados para esa vida monógama, al menos en lo que a la parte sexual se refiere. Se nos ha inculcado la idea férrea en la cabeza de que solo podemos amar a una persona, porque es también una forma tradicional de asegurar las parejas y la descendencia. Esto puede habernos calado bastante, pero lo que es evidente es que en el terreno sexual, las cosas son muy distintas. Deseamos a muchas personas, más allá de a nuestra propia pareja, y esto puede llegar a suponer un problema grave si no sabemos atajarlo.
Las infidelidades están a la orden del día precisamente por no asumir que el placer no tiene nada que con los sentimientos, y podemos desear tener un polvo con alguien sin amarlo. Y eso, además, no nos hace querer menos a nuestra pareja. Si las cosas en la cama no van bien, con más razón todavía estaremos tentados de buscar ese placer, esa satisfacción, en otros cuerpos. De hecho, lo habitual es que las parejas se rompan por problemas en el sexo, haya o no terceras personas. ¿Cómo evitar esa rutina? Permitiendo que nuestro chico o chica disfrute de ese placer que necesita, poniéndoselo en bandeja, con un amante profesional. Si lo hacemos de forma consensuada, la infidelidad no tendrá sentido, porque ambos hemos estado de acuerdo. Si amas a tu pareja y lo pasáis bien juntos en la cama, pero necesitas un poco de chispa, la opción de llamar a una profesional puede ser perfecta.
Solo para él… o en un trío
La mayoría de personas que se dedican al sexo profesional son mujeres, aunque también hay algunos hombres, ya sean heterosexuales o gais. El hecho de contratar a una escort para tu pareja puede sonarte a locura en un primer momento, pero siendo como son profesionales habituadas a estos servicios, si lo piensas bien es la forma más segura de hacer que tu chico disfrute sin que la cosa vaya a más. Podéis, de hecho, elegir junto s a la escort, aunque ya no sea una sorpresa. Estarás involucrándote en todo el proceso, y si te apetece, puedes llegar a unirte para crear esa fantasía que tu chica tantas veces te ha contado, la de estar con todos mujeres al mismo tiempo.
Un trío de este tipo puede ser absolutamente salvaje y excitante sobre todo si tenemos las cosas claras y sabemos cómo abrir nuestra mente para disfrutar de verdad. Se trata de sexo, y eso es lo primero que debemos entender. No hay sentimientos intensos entre tu chico y la profesional, solo una relación carnal que seguramente no vuelva a repetirse, y que servirá también para prender vuestra llama. Tal vez descubráis cosas nuevas de vuestra relación gracias a esa tercera persona, que puede servir de catalizador perfecto para vuestro morbo y vuestro vicio. Hay profesionales del sexo que, de hecho, se han especializado en tríos con parejas, y encontrarlas no resulta complicado si sabemos buscar en Internet.
Siempre con las ideas muy claras
Antes de contratar a nadie, lo que debemos tener claro es lo que va a ocurrir. Hay personas que se muestran dispuestas a probar algo así pero luego, a la hora de la verdad, descubren que no soportan ver a su chico o chica con otras personas, incluso cuando ellos también puedan estar involucrados. Las ideas deben estar claras, y si se puede hablar con nuestra pareja de todo ello, mejor que mejor. Algunos lo hacen a modo de sorpresa, y aunque esto es excitante, estamos perdiendo la oportunidad de hablar previamente sobre el encuentro, asimilando lo que va a pasar. Por eso quedar en buscar a la chica juntos siempre suele ser la mejor alternativa, porque cuando ella se vaya y todo termine, al final nos quedaremos de nuevo con nuestra pareja, aunque con la mente algo más abierta.