Cómo mejorar tus masajes eróticos

Cómo mejorar tus masajes eróticos

Pocas cosas hay más sensuales y eróticas que realizarle a tu pareja un masaje con velas aromáticas, música romántica y relajante de fondo y utilizando aceites e incluso chocolate para que todo sea mucho más especial. Y es que este tipo de masajes hacen que la llama de la pasión vuelva a arder fuerte en una pareja, y son perfectas alternativas para dejar atrás, muy atrás, toda la rutina que puede llevar por mal camino una relación. Por eso nunca está de más saber hacerlo.

Está claro que no vamos a poder realizar un masaje erótico a nuestra pareja todos los días porque entonces eso dejaría también de ser algo especial. Lo importante es ponerle buena fe, pero si también tenemos algo de habilidad masajeando, mejor que mejor, porque así podremos hacer que nuestra pareja se relaje y disfrute de verdad. Puede ser el preámbulo para algo más o simplemente quedarnos así, en el masaje, como una muestra de afecto  y amor hacia la otra persona.

Utiliza chocolate o nata para mejorar la experiencia sexual

Siempre que tu pareja y tú disfrutéis del sabor del chocolate y la nata, utilizarlos en estos masajes relajantes puede hacer subir el punto erótico de los mismos, y con ello, también la temperatura. El chocolate gusta a casi todo el mundo, y utilizarlo líquido, para masajear el cuerpo de nuestra pareja antes de probarlo directamente de su piel, es una de esas fantasías que muchos acaban cumpliendo. Lo mismo ocurre con la nata, que puede ser colocada en zonas sensibles y muy provocativas, para que paladeemos hasta el último pedacito que quede sobre la piel y eso también nos haga venirnos más arriba. Utilizar alimentos en la cama también es una buena forma de salir de la rutina.

Aplica cremas y aceites que puedan ser comestibles

También es bueno utilizar aceites o cremas para hacer que la piel no se resienta tanto al roce de los masajes. Evidentemente, unas manos lubricadas con aceite harán su función de masaje mucho mejor, aunque también es posible utilizar cremas que puedan dar una sensación de frío, calor o simplemente, relajación de los músculos. Si además buscamos este tipo de productos en su formato comestible, podremos darnos un festín de carne exquisita en el cuerpo de nuestra pareja, devorando cada pedacito de su piel y volviendo loca a la otra persona a través de mordisquitos suaves, de lametones y de todo lo demás, para dejarle bien limpio antes de empezar con las cosas realmente sucias.

Besa a tu pareja en todo momento para aumentar la excitación

Que estemos masajeando a nuestra pareja no significa que debamos limitarnos simplemente a acariciar su cuerpo con nuestras manos. Otro tipo de interacciones son posibles y además, muy recomendables, como el propio hecho de besar a nuestra pareja mientras realizamos todo el masaje, lo que hará que tenga más confianza y se relaje mucho más. Esto también aumentará la excitación, que al final es el objetivo que buscamos, además de relajar, con un masaje erótico. Podremos también acariciar de forma más erótica las zonas erógenas de nuestra pareja para que se excite todavía más si cabe y todo sea mucho más especial.

Roza por accidente sus partes más sensibles

Como decíamos arriba, una de las cosas que se pueden hacer en un masaje erótico es ir directos también a las zonas más erógenas, aunque hay mucha gente a la que le pone mucho más el pasar por todo el masaje previo y que esa zona solo se toque de vez en cuando, como por casualidad o por accidente. Estamos hablando sobre todo de la zona de la entrepierna, tanto para ellos como para ellas, aunque es cierto que en las chicas los pezones también son una zona bastante sensible. Se trata, en esta versión del masaje, de no ser tan directos ni sexuales, sino de ser más erótico, de excitar a la otra persona muy poco a poco, para que el deseo vaya creciendo en su interior.

Utiliza la lengua u otras partes de tu cuerpo para estimular a la otra persona

Las manos son nuestra herramienta predominante en un masaje, pero tampoco hay que olvidar la lengua, porque sí, también se puede masajear con ella, y el resultado será tremendamente excitante. Evidentemente hay zonas más sensibles para masajear con la lengua, como el cuello, por ejemplo, donde muchos tienen también ese “punto débil” que les hace ponerse cachondos enseguida. Tu misión es saber combinar tus manos y tu lengua para conseguir el masaje definitivo.