No te preguntes qué es el poliamor y ponlo más en práctica

Vivo en una relación poliamorosa, y sí, es una experiencia increíble y una forma de vivir el amor libre y sana. Pero, ¿es una vida ideal llena de colores y felicidad y donde no cabe la tristeza como parece? Pues no, el poliamor es una filosofía y un estilo de vida, pero no un milagro que hace que desaparezca todo lo negativo. Sin embargo, sí que es cierto que en ciertos aspectos facilita un poco la vida. Pero vamos poco a poco entrando en materia.

Pero empecemos por lo básico, ¿qué es el poliamor? Básicamente podríamos explicarlo como mantener relaciones amorosas con más de una persona, siento todas ellas conscientes de ello. Es decir, se trata de un concepto de las relaciones sentimentales opuesto a las tradiciones, donde es la pareja está siempre formado por dos miembros, y si alguno de ellos tiene encuentros íntimos extramatrimoniales se considera infidelidad. Tampoco hay que confundir con la poligamia, que es la organización familiar que permite que una persona esté casada con varias. Esto es muy habitual en los países islámicos, donde se permite al hombre hacerlo.

Y es que si hay una palabra que define a esta forma de vida es la libertad. Las relaciones poliamorosas son lo que los miembros quieren que sea, y cada una es un mundo distinto, con sus reglas y particularidades. Por ejemplo, puede ser que se trate de una relación entre tres personas, y que todas tengan relación entre ellas. O que sean dos personas y cada una de ellas tenga, a su vez, vínculos sentimentales y sexuales con más gente. Si lo pensamos detenidamente, el ser humano es complejo, y no tiene ningún sentido que todos sigan las mismas reglas, y menos en un campo tan amplio y variable como son las relaciones de pareja.

¿Y qué hacemos con los celos?

Sé lo que estarás pensando a estas alturas, y es que suele ser la primera pregunta que surge en estos casos: ¿Y qué hay de los celos? Seguramente, estimado lector, estarás pensando que para ti sería imposible llevar todo esto a cabo, pues no podrías soportar la idea de que tu pareja quisiera a más gente. Lo cierto es que este es el tema más complejo a la hora de afrontar el poliamor, y como siempre va a depender de la forma de ser de cada uno.

Si eres una persona celosa hasta llegar a lo enfermizo, quizá no sea el momento de probar con el tipo de “noviazgo” del que estamos hablando. De hecho, si eres así, es conveniente que pidas ayuda incluso para tener una pareja al estilo clásico, pues los celos nunca son convenientes y nos pueden hacer perder los nervios y la salud con mucha facilidad.

Esto no significa que todas las personas que viven en una relación poliamorosa hoy en día no tengan sentimientos celosos. Por supuesto que las hay, sin embargo, lo primero es aceptar que tenemos el problema, para hablarlo e intentar llevarlo de la mejor manera posible si no somos capaces de eliminarlo del todo. Se trata de canalizarlo de alguna forma, o tratar de llegar a un acuerdo para cambiar las reglas y adaptarlas a una realidad que permita sobrellevarla mejor cuando aparezcan estos sentimientos negativos.

Al final todo se trata de hacer lo que realmente quieras hacer. Si eres capaz de romper las barreras sociales y de hacer que los demás no piensen por ti, entonces podrás decidir cuál es la forma ideal de vivir el amor para ti, ya sea una relación tradicional basada en la fidelidad u otra basada en el poliamor. Yo soy feliz en mi experiencia poliamorosa, pero no significa que otros no puedan serlo en otro tipo. Se trata de poder decidir en qué nos sentimos más a gusto y vivir con ello.