Relaciones de poliamor ¿qué debes saber antes de iniciar una?

Relaciones de poliamor ¿qué debes saber antes de iniciar una?

El amor, como todo en la vida, también cambia con los tiempos. La concepción que tenemos de ese concepto, seguramente el más manido, gastado y distorsionado de todos, fluye con los cambios sociales y culturales, y es que el amor no se entiende igual en una aldea perdida de China que en Nueva York, no se conoce de la misma forma en Lesotho que en Tokio, y mucho menos es el mismo amor que han vivido nuestros abuelos, o nuestros tatarabuelos. Los tiempos cambian y la manera de entender el amor también, siendo hoy por hoy uno de esos conceptos casi imposibles de definir de manera concreta, puesto que cada cual tiene su propio punto de vista sobre lo que es el amor y cómo se siente, cómo se vive. Hoy vamos a hablar de las nuevas formas de amor romántico, aunque no tenga nada que ver con esa visión que la mayoría tienen de ese concepto.

Porque el amor romántico no significa llevar flores y conquistar de una manera intensa y obsesiva a otra persona. Significa, simplemente, sentir un deseo y una afinidad real por alguien con quien queremos formar una pareja. En la mayoría de culturas, esa pareja se convertía en nuestra única ventana al amor romántico, en la única persona a la que podíamos amar e incluso desear de esa manera. La monogamia, impuesta sobre todo por las tradiciones abrahámicas dentro de la religión, lleva años siendo la forma habitual de emparejarse. Dos personas que se quieren y se desean, y que no necesitan de nadie más para vivir esa relación perfecta. Sin embargo, en los últimos años esto está cambiando y se están abriendo caminos para nuevas formas de entender las relaciones de pareja, incluso cuando hay más de dos personas involucradas. Es así como llegamos al poliamor, un concepto muy de moda y que ha llamado la atención de muchos por lo que parece representar, el fin de la monogamia y la exclusividad en el amor y la pareja. ¿Es realmente así? Comprobémoslo.

Poliamor no es lo mismo que relación abierta

Hay gente que confunde de manera habitual el poliamor con una relación abierta, cuando en realidad tienen poco que ver, más allá de que en ninguna de estas relaciones hay una exclusividad en la pareja. Para verlo mejor, vamos a definir ambos conceptos, empezando por la relación abierta. Se trata de una relación en la que, de mutuo acuerdo, ambas partes de la pareja se permiten buscar otros compañeros sexuales, con el total consentimiento recíproco dentro de la propia pareja para que esto sea así. La relación abierta suele tener que ver con el sexo y con el deseo más que con el amor como vínculo afectivo. Se trata de una pareja que se quiere mucho y quiere mantener ese amor entre ellos, pero entienden que es imposible no caer en la tentación sexual de estar con otras personas, así que se dan el permiso para hacerlo.

El poliamor podría considerarse como un tipo de relación abierta, aunque hay muchas grandes diferencias con respecto al concepto que acabamos de exponer. Por ejemplo, aquí sí que hay sentimientos y vínculos emocionales de por medio. Y es que el poliamor entiende que se pueden generar relaciones tanto sexuales como afectivas entre más de dos personas, es decir, agrandando la pareja y creando una especie de grupo amoroso de tres o incluso más personas, donde todas ellas participan entre sí de ese vínculo y de ese deseo. Es importante recalcar esto último, porque algunos piensan que el poliamor es una especie de excusa para derivar en la poligamia, cuando no tiene porqué ser así. De hecho, no significa que una persona tenga varias parejas a la vez, sino que hay varias personas, tres por ejemplo, que mantienen ese mismo vínculo entre ellas, entre las tres, sin que una destaque sobre la otra.

El problema de los celos

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A muchos el poliamor les parece uno de los mejores inventos que se hayan podido dar en estos nuevos tiempos, porque rompe de una vez por todas con esa monogamia que tanto les asfixiaba en sus relaciones. Lo toman como una simple excusa para estar con más de una persona a la vez, por no querer decidirse entre ambas. Sin embargo, el poliamor conlleva una relación a tres bandas, donde cada integrante de esa relación tiene sentimientos y deseos por las otras dos partes, no solo por una. Esto genera un complicado equilibrio donde lo más natural es que en un momento dado aparezcan los celos, porque no es fácil mantener una relación con dos personas y equilibrar siempre el trato de que das a ambas para que una de las dos no se ponga celosa. Si ya ocurre en una relación “tradicional”, imagínate cuando hay más de dos personas involucradas.

Un acuerdo mutuo

El poliamor no significa que haya un par de personas que quieran poder disfrutar del sexo con otras y lleguen a un acuerdo para hacerlo, porque eso sería simplemente una relación abierta. Lo que aquí se propone es una relación de al menos tres personas que tienen entre ellas un vínculo real y a nivel tanto sentimental como sexual. Es por tanto necesario llegar a un acuerdo mutuo entre todas las partes, donde definir lo que se puede y lo que no se puede hacer en la pareja. No se trata de poner límites, sino más bien de crear un entorno seguro y agradable en el que siempre vamos a estar cómodos, porque sabemos que no vamos a herir a las otras personas con las que estamos. Se necesita, obviamente, mucha madurez y mucho

La motivación para empezar una relación de este tipo

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Como ya has podido comprobar, el poliamor no es tan de color de rosa como habías imaginado, aunque eso sí, puede ser una alternativa maravillosa para aquellos que quieran probar otra forma de pareja lejos de la monogamia tradicional que les puede saber a poco. ¿Qué nos lleva a pensar en comenzar una relación de este tipo? Principalmente, el sentir que estamos enamorados de verdad de más de una persona, y que no sería justo elegir entre ellas para tener una relación que en realidad estaría coartándonos por la otra parte. El pensar que podemos crear un grupo amoroso de tres o más personas donde todo esté en equilibrio y ganemos en amor, en pasión y en variedad con nuestras parejas.

Esa es la motivación que deberías tener antes de comenzar este tipo de relaciones, sabiendo muy bien dónde te metes, por supuesto, porque no se trata solo de convencer a otras dos personas para que salgan contigo, sino de conseguir que todos dentro de esa relación sintáis lo mismo, a ser posible en el mismo grado, para que no haya favoritismos y podamos mantener lejos los celos. No es algo sencillo, desde luego, pero es una experiencia muy intensa y especial que, según los que ya la han podido probar, permite expandir muchísimo la visión que tenemos sobre el amor, los sentimientos y las emociones.