Categoría: Parejas

Son una de las peores pesadillas que cualquiera hombre puede imaginar. Estar en el momento perfecto, con la mujer que nos gusta, y no poder disfrutar de esa relación sexual que ambos estamos deseando por culpa de un gatillazo, sin poder hacer nada para conseguir una buena erección… Es algo mucho más común de lo que parece, y aunque es cierto que puede llegar a afectar muchísimo a los hombres, sobre todo mentalmente, las causas de este tipo de problemas suelen ser puntuales y ni mucho  menos crónicas, así que el sufrirlo una vez no significa que ya no volvamos a tener la opción de disfrutar más del sexo.

Los gatillazos se pueden definir como la imposibilidad de conseguir una buena erección para poder llevar a cabo el coito con nuestra pareja sexual. Por algún motivo, nuestro pene no se pone duro, ya sea por falta de sangre ahí abajo, por alguna barrera mental que tengamos o simplemente, por la situación en sí. Suele ocurrir mucho más entre hombres que han bebido bastante en las horas previas, o también entre aquellos que están medicándose, algo que afecta bastante al rendimiento sexual, empezando por las propias erecciones. ¿Hay manera de evitarlo?

En relaciones de pareja existen ciertos componentes que son imprescindibles, es por esto que el amor y el sexo deben estar presentes para que una relación funcione. Podría decirse que para disfrutar en pareja simplemente basta con el amor, pero lo cierto es que sin la emoción del sexo una relación estaría destinada a fracasar. Del mismo modo pasa cuando el vínculo está más centrado en la intimidad en pareja, por lo que si te diviertes en la cama sin tener un sentimiento de amor puedes llegar a tener una sensación de vacío.

Es por esto que, en la vida amorosa existe la necesidad de complementar varios factores que te llevan a disfrutar de una relación ideal. El romanticismo, el amor y el sexo son de una importancia suprema a la hora de construir un nexo con esa persona que tanto te gusta. Y es que, aunque no lo creamos el factor emocional, las caricias y el cariño son de vital importancia y se conjugan perfectamente con la traviesa emoción sexual.

El sexo es algo importantísimo dentro de una relación, y el que diga que no, miente. Y es que el deseo sexual es uno de los componentes que nos hacen sentir cosas muy especiales por nuestra pareja, y eso es algo ineludible. Si hay deseo, hay ganas de sexo, y por supuesto, de disfrutarlo, porque no es una obligación ni nada parecido, es una forma de dejarnos llevar para que el placer se haga verdaderamente real, de compartir lo más íntimo que tenemos con nuestra pareja. Todos queremos ser buenos en el sexo, pero eso es algo que tampoco viene por arte de magia. Hay que practicar, hay que aprender y hay que saber ir más allá.

Por ejemplo, la satisfacción que podamos ofrecerle a nuestra pareja aumentará especialmente cuando consigamos durar más. Si somos hombres, es normal que siempre tratemos de durar lo máximo posible, porque al final queremos hacer disfrutar a nuestra chica y que ella también tenga un orgasmo, como el que tenemos nosotros al eyacular. Hay hombres que sufren de eyaculación precoz, un problema que les afecta bastante a la hora de disfrutar del sexo, ya que les resulta muy complicado mantener relaciones verdaderamente largas. Aquí dejamos algunos trucos para que las relaciones se alarguen más y podamos dar más placer a nuestra pareja.

Todos, sin excepción, tenemos nuestras fantasías sexuales favoritas, esas que siempre hemos querido cumplir con nuestras parejas, o con cualquier persona dispuesta a seguirnos el juego para disfrutar a lo grande del placer. Las fantasías nos hacen explorar nuevos rincones de la sexualidad, nos hacen ir más allá y dejar a un lado la rutina, que es una de las peores cosas que le puede pasar a una relación. Son un ingrediente indispensable en una relación sana y con morbo.

Por eso todos siempre hemos soñado con cumplir nuestras propias fantasías en la cama o donde sea, y cada cual tiene las suyas, aunque es cierto que hay algunas que se repiten de manera recurrente tanto en los hombres como en las mujeres. Y es que en muchas ocasiones nos gusta lo mismo, y esas fantasías son como una lista sexual de cosas por hacer que querríamos tachar antes de que sea demasiado tarde.